La irregularidad del fútbol colombiano es un constante que convierte a la Liga BetPlay Dimayor en una competición muy atractiva. La tabla de posiciones parece una montaña rusa; son muy pocos los equipos que logran mantenerse durante todo el campeonato arriba y varios pasan del cielo al infierno en un par de semanas.
Hace tan solo un mes al técnico del América, Lucas González, lo querían sacar del equipo por los malos resultados. Su presidente y varios periodistas no daban un peso por él y presionaban su salida. El equipo la estaba pasando muy mal. Pero cómo crucificar a un entrenador que quería jugar bien, pero que no había tenido el tiempo suficiente de trabajo para cambiar la idea de juego de su equipo y transmitirle a sus jugadores su ADN.
Por fortuna sus futbolistas dieron un paso al frente y lo respaldaron con el único objetivo de sacar adelante ese proyecto. El resultado hoy es gigante: no solo están segundos en la tabla de posiciones, sino que son uno de los equipos que mejor están jugando en el fútbol colombiano. De hecho, el fin de semana hicieron recordar a la ‘Naranja mecánica’ con un gol con 35 pases previos a un Atlético Nacional que se cansó de ver cómo su rival se entretenía con el balón sin poder evitarlo.
Los ‘verdolagas’, que hasta el fin de semana pasado eran líderes, fueron goleados por uno de sus eternos rivales, dando una imagen muy triste y que lo deja muy mal frente a su afición. El equipo sigue jugando mal y, a pesar de estar en la parte alta de la tabla, no convence porque solo le gana a los equipos llamados “chicos”. No ha podido con sus rivales directos, quienes lo han aterrizado y llevado a su realidad. Lo cierto es que Nacional no refleja lo que habla su técnico William Amaral en sus conferencias de prensa, y está muy lejos de la grandeza del club.
Si bien cuenta con grandes prospectos de jugadores, no logra recuperar una idea de juego ni cercana a lo que nos tuvo acostumbrados. Los directivos podrán estar felices por los nuevos valores que siguen sacando, pero con este equipo será muy difícil llegar lejos, especialmente porque está claro que su técnico juega a lo mismo que su antecesor, y seguramente peor. Por lo menos con Paulo Autuori el equipo se paraba bien y no concedía tantas ventajas en defensa.
El equipo más regular del torneo sigue siendo Águilas Doradas, que de la mano del técnico César Farías sigue jugando muy bien al fútbol, con una muy buena racha que lo mantiene invicto, con 27 puntos y con muy buenos resultados contra equipos grandes como Millonarios, América y Nacional. Con una idea de juego muy clara y con retoques que han potencializado al equipo, el venezolano sigue demostrando que es un gran entrenador y que su equipo puede mantenerse arriba sin dar ventajas. Tal vez sea el único equipo que ha logrado una regularidad; esperemos que la pueda mantener y no pase como en semestres anteriores, que fue cediendo terreno en la parte final de la Liga.
Un capítulo aparte es el Junior de Barranquilla. Salió del ‘Bolillo’, como todos sabemos, y de la mano de Arturo Reyes volvió a recuperar el paso. De hecho, ganó un par de partidos y, como los que estaban arriba aflojaron, se fue acomodando y parecía que ya estaba metido dentro de los ocho mejores.
Pero se descuidó, perdió dos partidos y ya es décimo. Me imagino que ya en Barranquilla estarán pensando que esta nueva etapa será un nuevo fracaso. Lo curioso es que con dos o tres partidos bien jugados los periodistas hinchas del ‘Tiburón’ ya hablan de un equipo que pintaba para campeón ¡Qué peligrosos que son algunos cuando les entregan un micrófono, los mismos que no le van a dar tiempo al profe Reyes y pedirán su cabeza si se queda por fuera de los ocho.
Ni que hablar de Millonarios, que fue goleado por Santa Fe. Se puso al día y se metió de nuevo entre los ocho, pero ya sin la contundencia con la afrontó los torneos anteriores y que lo llevó a ganar una estrella. Seguramente con una nómina corta ya demuestra el cansancio de un torneo que no permite descansar ni hacer una pretemporada como se requiere, lo cual muestra la montaña rusa que se vive en la emoción del rentado nacional.
Para cerrar, no podríamos dejar por fuera a Santa Fe, que golea a Millonarios, y luego se viene en picada perdiendo y jugando muy mal. Hubert Bodhert sabe salir adelante; cuando más lo cuestionan saca la cabeza y gana para seguir colgado entre los ocho. Aunque no juegue bien los resultados lo sostienen.
Se me quedaron varios por nombrar, como Medellín, Once Caldas y Tolima. Pero la dinámica es la misma porque estamos en una liga muy irregular que nos divierte por su variedad, pero que nos invita a reflexionar sobre el nivel de nuestro fútbol.