La semana pasada vivimos dos extraordinarios partidos de Champions League, juegos que respondieron a la expectativa de unas semifinales del mejor torneo de clubes de fútbol, el cual reúne a los mejores jugadores y técnicos. Las dos series están vivas y los cuatro equipos tienen posibilidades de avanzar a la final.
El Chelsea jugó uno de sus mejores partidos de la temporada. Controló de principio a fin al Real Madrid y tuvo la oportunidad de salir con una victoria de territorio español, pero la falta de puntería de Timo Werner no lo permitió. La genialidad de Karim Benzema, quien se inventó un golazo en una jugada acrobática, salvó a los ‘merengues’. Los de Zidane siguen sorprendiendo con la jerarquía y carácter con los que afrontan este tipo de duelos; no están generando el fútbol que se espera de ellos, pero siguen demostrando que son otro equipo cuando juegan la Champions. Lo de Tuchel es impresionante: tomó al Chelsea en un momento complicado de la temporada y lo ha transformado en un gran conjunto, con mucha personalidad y control del juego. Ahora lo tiene muy cerca de una final europea y en zona de clasificación a la Champions en la Premier League.
El Paris Saint-Germain y el Manchester City protagonizaron uno de los mejores partidos del año. El PSG tuvo un inicio frenético, con un Neymar brillante y un Marquinhos que siempre dice “presente” en estas fases definitivas, lo cual presagiaba un partido muy complicado para los de Guardiola. Sin embargo, las cosas cambiaron en la fase complementaria y el City, de la mano de un inspirado Kevin De Bruyne y con la capacidad de Ilkay Gundogan, le dio vuelta a un partido muy complicado. Los ingleses salieron de París con una victoria extraordinaria. ‘Pep’ demostró que tiene la capacidad para ajustar sus fichas y que sigue siendo fiel a su identidad a pesar de la adversidad; nunca renunció a buscar el empate, y, tras conseguirlo, siguió atacando para irse arriba en el marcador. Los entrenadores argentinos siguen demostrando que no tienen esa capacidad para mantenerse firmes en su idea de juego. Pochettino, al igual que Simeone cuando va ganando, cambió el plan y le entregó la iniciativa a su rival, algo que fue muy costoso para el PSG, especialmente porque la defensa del City controló de manera ejemplar a Mbbapé.
Esta semana tendremos otros dos grandes encuentros en los que los equipos ingleses parten como favoritos. Sin embargo, no lo tendrán fácil porque el PSG y el Real Madrid lucharán con sus mejores herramientas por llegar a una nueva final. La clave de estos partidos estará en la forma como los equipos ingleses afronten su ventaja. De un lado, el Chelsea seguramente saldrá con mucha cautela a cuidar el marcador a partir de un planteamiento táctico como el que utilizó en el partido de ida, pero tendrá que ir a buscar el partido porque un gol del Real lo pone en problemas; así que será clave su dinámica de juego y la claridad de sus atacantes para aprovechar las opciones que genere. Por el lado del Real Madrid apostarán todo a Benzema, quien se ha convertido en la luz del equipo, y esperarán que Eden Hazard por fin asuma la responsabilidad, y más frente a su exequipo. Por el lado de Guardiola se espera un partido en el que el City lleva la iniciativa del partido, como lo hace siempre, y busque anotar rápido para no tener complicaciones; pero esto no será muy fácil, porque los franceses no quieren quedarse sin ir a la final y, como se ha visto en esta Champions, han jugado mucho mejor las series cuando lo hacen de visitante.
Nos esperan dos grandes encuentros de fútbol en los que puede pasar cualquier cosa; nada está escrito, y con las series abiertas podremos tener alguna sorpresa. Lo que sí es seguro es que tendremos un gran espectáculo y, por el bien del futbol, esperamos tener a los mejores en la final.