Honestamente, no soy partidario de poner el rótulo de “equipo suplente” en ningún club. Ese fue un grave error que se cometió en Junior porque, muy rápidamente, se marcaron diferencias enormes entre dos grupos de jugadores, los titulares y esos que no se pudieron quitar la mácula de ser el equipo B.
Si usted llega a un equipo, y de una vez le dicen “hermano, usted viene a ser suplente, viene a ser parte del segundo equipo”, eso condiciona negativamente su rendimiento.
Es un error en la gestión de la nómina rotular a una parte de la plantilla como el grupo B, grupo alterno, grupo suplente… como el “otro” grupo. Los técnicos deben hacer unas mezclas diferentes en su plantilla para que ese segundo equipo no se sienta menospreciado.
Es un manejo que toca saber dar, y en Junior no se dio porque ese grupo alterno no se pudo quitar ese estigma. La muestra es que los resultados de ese equipo son muy pobres porque no ha ganado un solo partido y sus presentaciones no fueron buenas. Lo pasó por encima América de Cali, así como lo había hecho Fortaleza CEIF. También había perdido contra Patriotas, y sufriendo mucho le empató al Boyacá Chicó.
Se siente que las alternativas que jugaron en Junior lo hicieron simplemente por obligación para darle descanso a los titulares de cara al partido contra Universitario de Deportes. El nivel no les da para pelear el puesto, y ese es un punto negro en la campaña de los barranquilleros.
No es un tema menor porque Junior armó una nómina completa. La meta era hacer una buena Copa Libertadores sin descuidar el campeonato nacional gracias al famoso “fondo de armario”. La idea era que cuando se rotara la plantilla Junior siguiera siendo competitivo, y no ha sido así.
Un buen ejemplo es el caso de Marco Pérez. Llevaron al gran goleador de la Liga año pasado, y se demoró más de seiscientos minutos para marcar su primer gol, y lo hizo de penalti.
Además, es entendible que no ganen, ¡pero que por lo menos compitan! Alguien dirá que contra América compitieron media hora, hasta que su rival abrió el marcador, y ahí perdieron los papeles. Pero, hasta donde yo sé, los partidos duran noventa minutos.