Por la proliferación de las apuestas en línea
Mucho se ha especulado sobre el tema, pero poco se ha documentado debido a la clandestinidad con la que se maneja. Hay deportistas que amañan los partidos para ganar plata a través de las apuestas en línea.
Esa realidad ha llegado al fútbol profesional colombiano. Hasta ahora el único caso que llegó a ser sancionado fue el de Francisco Navas, que en 2017, cuando jugaba en Deportes Quindío, le ofreció diez millones de pesos a su colega Félix García, del Deportivo Pasto, para que se hiciera expulsar.
Pero muchos casos que han generado sospechas se han archivado, o ni siquiera llegaron a estudiarse. Incluso, muchos episodios han pasado desapercibidos.
Esto está muy relacionado con la proliferación de las casas de apuesta en línea, que han dejado en el pasado el modelo presencial. Se puede apostar por muchas cosas más allá del resultado final del partido; hay variables como tiros de esquina, saques de banda, tarjetas amarillas, etcétera, y esas apuestas pueden hacerse en vivo, mientras se desarrolla el juego.
Con esto se han formado mafias que intentan sobornar a los futbolistas para que incurran en conductas anticompetitivas por las cuales les pagan. También hay jugadores que por su propia cuenta apuestan por algo que ellos mismos deliberadamente generan en el juego.
Recientemente Alejandro Guerrero, ex director técnico de Boca Juniors de Cali, denunció que algunos de sus jugadores incurrían en esas prácticas, y alegó que para los entrenadores eso es incontrolable.
Tanto las casas de apuestas como la División Mayor del Fútbol Colombiano (Dimayor) están al tanto de la situación, y procuran evitarlo con herramientas tecnológicas para detectar apuestas sospechosas. Sin embargo, la mafia lleva mucha ventaja.
El testimonio de un futbolista que oculta su identidad por su seguridad es el eje de un reportaje investigativo de Noticias Caracol que registra la denuncia.
