Pinto dirigió la mejor campaña en la historia de Costa Rica en un mundial. Hasta mi montaña llegaban los ecos de convertir al sudamericano en hijo por adopción, pero en unos días todo cambió. Como dijo el joven que me abastece de alimentos, para los medios se convirtió en un dictador, fue acusado por sus colaboradores de querer decidir en todo, de imponer su voluntad por sobre los médicos, preparadores físicos y nutricionistas, Pinto sabía más que todos. Pues, éste señor, no hizo otra cosa que repetir el plan de Don Helenio.
Yo conocí a Helenio Herrera en persona luego de ser campeón con Atlético de Madrid y Barcelona, trabajaba en Inter gracias al deseo del petrolero Angelo Moratti, un millonario caprichoso que había licenciado a doce entrenadores en cinco años. Me consta que Herrera se metía en todo lo que tenía que ver con el equipo, eso de sólo hacer la alineación no era su forma de trabajar, controlaba los detalles, el menú del equipo, los obligó a dormir la noche anterior en la sede de los entrenamientos y se autoproclamaba padre de la sicología deportiva. Los aparentemente novedosos mensajes de motivación con videos antes de los partidos, fueron inventados por H. H., no tenía herramientas tecnológicas, pero si fue el creador de carteles con mensajes que reforzaban la confianza colectiva. Además incluyó brebajes de hiervas que tenían pociones mágicas y los reforzaba con sesión de oxígeno. En fin, Herrera definió el cargo del manager moderno, el que se mete en todo, lo que fue Ferguson en Manchester United o lo que quiso ser Mourinho en Madrid. Además Helenio era egocentrista y no se sonrojaba hablando de sí mismo. “Cuando empecé, los manager llevaban los bolsos del equipo, yo los puse en su lugar y a ganar lo que merecen”.
Pues Pinto, según veo se maneja como Helenio Herrera, quiso manejar todo, un perfeccionista, y para que Costa Rica se superara necesitaba un manager obsesivo. Yo no sé si se extralimitó en sus funciones, desde una montaña no lo puedo saber, lo que si sé es que la disciplina puede obrar de forma milagrosa y convertir a gente normal en campeona de la vida. La historia cuenta con cientos de ejemplos que, si me siguen publicando, se los contaré.