El argentino de 44 años, creyente de la fe católica, logró su primer título como Director Técnico en su carrera, en medio de una campaña donde pocos apostaban por un buen rendimiento.
Si de sorpresas se tratara, en un año caracterizado por ellas, la de Juan Cruz Real fue una de las más gratas, o por lo menos lo fue para la hinchada del América de Cali, tras la obtención de su decimoquinto título de la Liga en Primera División.
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Uno de los artífices de este hecho sin duda fue el técnico argentino, quien basado en una idea de juego ofensiva, de presión alta y una apuesta selectiva por la cantera, logró lo que para muchos parecía poco posible: El bicampeonato del América en Primera División.
Cruz Real llegó a la Institución “Escarlata” a mediados de julio con la misión de igualar o superar el registro dejado por Alexander Guimaraes, quien había dejado al América con el sello de campeón y un estilo de juego definido, sin embargo el argentino estuvo a la altura de los retos.
No obstante, no todo fue fácil para el ex Director Técnico de Alianza Petrolera y Jaguares de Córdoba, ya que tras su nombramiento, un sector de la prensa y de la hinchada desconfiaba de su trabajo y experiencia para dirigir a un equipo que había plantado buenas sensaciones a finales del 2019.
El DT, haciendo honor a su apellido, tomó la “cruz” de dirigir a un club que siempre tiene la presión del título y logró demostrar, tanto a la prensa como a los escépticos hinchas que desconfían de su trabajo, que podía realizar una excelente labor.
El verbo creer es que el Juan Cruz Real utilizó para fortalecer su trabajo día a día, creer en sí mismo, creer en su equipo y creer en Dios, eso lo llevó a consagrar a la «Mechita» en lo más alto del Fútbol Profesional Colombiano por una temporada más.
“Me iré caminando desde el Pascual hasta Buga” indicó el estratega en rueda de prensa tras finalizar el juego ante su rival, el Independiente Santa Fe. Cruz Real vivió su propio juego, aferrado a la figura del “Señor de los Milagros”, entregado a su fe, celebró como uno más tras el pitazo final del árbitro Wilmar Roldán.
“Quiero agradecer a los jugadores. Para ellos es esto, y ellos son lo más importante. Espero que después de ver lo que hicimos algún hincha de América me invite a comer cholado”. Dijo el técnico argentino, con un carisma y humor, demostrando que a pesar de las críticas recibidas no piensa juzgar a quienes desconfiaron de sus capacidades.
“Disculpen las emociones, pero comprenderán. Creo que en algún momento nos maltrataron injustamente, pero no estoy ahora para cobrar. Les agradezco a mis jugadores. Se entregaron, salieron adelante” concluyó Juan Cruz Real en rueda de prensa tras finalizar el cotejo.
Ahora quedará el tiempo para pagar promesas, la de caminar hasta Buga para demostrar el agradecimiento divino ante el logro obtenido y una muy particular, que el extremo Duván Vergara lanzó en una transmisión en vivo en su cuenta personal en Instagram “el profe se teñirá el cabello de rojo”.
«Ahora Cruz Real tiene que cumplir su promesa de ir a Buga caminando y pintarse el pelo de rojo. Acá les presento al mejor tapabocas de Colombia». Afirmó eufóricamente Vergara en la transmisión.
Sea como sea, Juan Cruz Real, un técnico de fe intacta, devoto a los milagros y fiel creyente de Dios, sacó campeón a los “diablo rojos” a pesar de las críticas y escepticismo que rodeaban su trabajo.
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