El gran premio de Sakhir estuvo cargado de emociones, una carrera de contrastes en la que se vivieron tristezas, alegrías y algunas decepciones muy fuertes que marcan la temporada 2020 de la Fórmula 1.
En la carrera que tenía como gran ausente a Lewis Hamilton, todas las miradas apuntaban a un joven George Russell que había sido consistente y muy rápido en los entrenamientos libres.
El británico partía en la segunda posición, piloteando el mercedes del campeón del mundo y solo por detrás de su compañero de equipo el experimentado Valtteri Bottas.
El inicio de carrera para Russell fue perfecto, mientras en las posiciones que le secundaban Charles Leclerc, Max Verstappen y Sergio Pérez se tocaban, produciendo el abandono de los dos pilotos europeos y la pérdida de posiciones de Pérez.
Mientras tanto adelante Russell corría de manera perfecta, con la suficiente precaución para tomar las curvas del circuito, pero con la gran velocidad para mantenerse en punta y distante de su compañero de equipo.
Al minuto 63 todo cambiaría, Pérez que había recuperado posiciones hasta llegar al tercer lugar veía como los dos Mercedes entraban a pits tras una bandera amarilla por un incidente del joven Jack Aitken, esta entrada de los autos de la escuadra campeona partiría la carrera y generaría emociones encontradas en muchos de los pilotos.
Un error en los pits de Mercedes al poner el juego de llantas de Bottas en el auto de Russell haría que el piloto británico que lideró la mayor parte de la competencia tuviera que entrar nuevamente a boxes. Esta entrada le permitiría a Pérez tomar la primera posición mientras Russell caería en el orden de competencia.
Aunque Russell demostró su gran forma con sendos sobrepasos incluso sobre su compañero, fue llamado nuevamente a pits por un pinchazo y perdería todas las opciones de disputarle la carrera al mexicano Pérez que logró su primer triunfo en la máxima categoría del automovilismo mundial.
Al final, día de decepción para Mercedes y el joven Russell y júbilo para Racing Point y México.