Volvió el público, volvió la fiesta
El espectacular Puskás Aréna de Budapest recibió su primera final europea. Bayern Munich campeón de la Champions League y Sevilla campeón de la Europa League, jugaron la Supercopa de Europa.
El partido que sirvió también como ‘prueba piloto’ para el regreso de los aficionados al fútbol europeo, resultó cargado de emociones.
Muy temprano al minuto 11, David Alaba comete una falta sobre Ivan Rakitic que el árbitro Anthony Taylor no duda en señalar como penal. El argentino Lucas Ocampo convierte el tiro desde los once pasos en gol tras engañar al portero y envía el balón al fondo de la red cerca del poste izquierdo.
Al minuto 32 apareció la magia de Bayern Múnich. Thomas Müller, con un espectacular pase a tres dedos, habilita a Robert Lewandowski, quien baja con frialdad el balón para que Leon Goretzka defina y marque el empate parcial.
Bayern fue superior y dominó el juego, sin embargo, la opción más clara la tuvo Sevilla sobre el final del tiempo reglamentario, pero Manuel Neuer salvó su arco.
El partido se fue a tiempo extra y el español Javi Martínez al minuto 104 puso el 2-1 definitivo tras un grave error del portero Bono.
