Cuando todos queríamos saber si Pogacar era humano, nos hemos encontrado con otro ciclista que nos muestra que también es de otro planeta.
Sin duda será uno de los grandes animadores del ciclismo mundial, estamos presenciando una nueva época y estos dos grandes nos van a dar mucho de qué hablar.
Con la carrera prácticamente sentenciada, ya solo tendremos la disputa de la contrarreloj de 30 kilómetros el sábado antes de llegar a Paris.
Esta crono que ya no define posiciones, porque es prácticamente imposible que Pogacar le pueda descontar 3’26” a un especialista como Vingegaard.
Eso sí, tendremos un enfrentamiento por el honor entre dos grandes ciclistas, que seguramente nos van a dar espectáculo y querrán cerrar el Tour ganando esa etapa, especialmente Pogacar.
Lo del equipo Jumbo es descomunal, tienen al campeón y a dos gregarios de lujo. En mi equipo siempre quisiera tener a Kuss y a Van Aert.
Ellos son unos corredores excepcionales que han trabajado de una forma sensacional para conseguir el liderato y luego mantenerlo como corresponde.
Con una capacidad inmensa para ir eliminando rivales y dejar mano a mano a su líder para que sentenciara la carrera.
Jumbo tienen los mejores corredores del mundo y será muy difícil contrarrestar ese poderío para los demás equipos en las próximas carreras.
Mirando hacia atrás y buscando en dónde estuvo el éxito de Vingegaard se podría decir que, en su capacidad mental.
Siempre estuvo seguro de que iba a llegar el momento en que atacaría a Pogacar y lo podía superar. No se desesperó por la gran capacidad que mostraba el esloveno y que parecía podía mantener durante toda la carrera.
Además, se apoyó en la estrategia de su equipo y cuando Tadej cedió, tuvo la capacidad de dar un golpe de poder sobre su bicicleta para sacar una gran diferencia.
Creo que Pogacar, fiel a su estilo de ir al frente, se equivocó cuando respondió todos los ataques del Jumbo y se dejó meter en la licuadora que le propusieron Roglic y Vingegaard.
Eso lo desgastó muchísimo y cuando llegó el momento de soportar el último ataque no tenía restos y termino pagando el esfuerzo y cediendo mucho tiempo.
Le falta mayor tranquilidad y experiencia para afrontar semejante ataque y puede ser que por su juventud no vea el ciclismo de otra manera que saliendo al frente, pero seguramente ese era un día para ser más conservador.
No sabremos si fue solo eso y si, como dicen algunos, no se alimentó bien y por eso tuvo una decaída tan fuerte que lo hizo ver como humano, agotado física y mentalmente.
Lo cierto es que estamos frente a un gran líder y, si no pasa nada extraño, nuevo campeón del Tour, como lo es el danés Jonas Vingegaard.
Este corredor que asumió el año pasado la responsabilidad de su equipo y terminó segundo, en 2022 volvió a responder cuando su líder Roglic tuvo que cederle todo el protagonismo por una caída que lo saco de competencia y que lo puso a trabajar para danés.
Vingegaard es una realidad y demostró que lo del año pasado no fue casualidad y que está llamado a ser el nuevo rey del ciclismo mundial.
MAURICIO LEÓN L.