La debacle del Barcelona

El 14 de agosto asistimos a la crónica de una muerte anunciada. Un partido que mostró la realidad de dos de los equipos más grandes de Europa. El Bayern llegaba precedido de 131 goles en Liga y en Champions, y el Barcelona, con una imagen muy pobre en el cierre de la Liga, pero con la idea de mejorarla después de ganarle un difícil partido al aguerrido Nápoles.

Un partido que el Barcelona perdió de entrada con un planteamiento equivocado, le apostó por llenar el medio campo de volantes, sin una clara distribución, poca agresividad, que fue superado en todos los terrenos del campo, desde el primer minuto, por un equipo con gran despliegue y derroche de fútbol, comandado por el gran Thiago Alcántara, que hace un par de años salió del Barcelona y que era llamado a ser el sucesor de Sergio Busquets. Lo irónico es que hoy lo quieren ‘Pep’ en el City y Klopp en el Liverpool.

Robert Lewandowski y Philippe Coutinho. Foto: PETER SCHATZ / AUGENKLICK/PETER SCHATZ / POOL/V / DPA PICTURE-ALLIANCE VIA AFP

La ilusión de Messi y del Barcelona duró muy poco, a los 4 minutos el Bayern ya ganaba con gol de Müller después de un balón que recuperó en el medio campo y generó un rápido contragolpe que mostraba la debilidad de Nélson Semedo y la lentitud de Piqué y Lenglet.

En una jugada desafortunada y que no generaba ningún peligro para el Bayern, se generó una esperanza para un débil Barcelona que veía cómo Alaba los volvía a poner de regreso a un partido que no quisieran volver a vivir.

Pasaron solo 20 minutos para que se viviera un recital de fútbol con un solo protagonista, el Bayern, el cual se dedicó a mostrar todas las debilidades de un equipo sin respuesta y sin corazón. Perisic, Gnabry y de nuevo Müller pusieron una gran distancia en el marcador y cerraron un gran primer tiempo con un 4-1.

Para el segundo tiempo se esperaba una reacción del Barcelona, presionó la salida del Bayern para tener un mayor control del balón y, en el minuto 57, encontró a través de Luis Suárez un pequeño premio. El pistolero volvía a marcar fuera del Camp Nou después de 5 años y daba una pequeña ilusión a un alicaído Barcelona.

En 6 minutos las cosas volvieron a la realidad y el Bayern se dedicó a hacer lo que mejor sabe, jugar al fútbol y darle un repaso táctico a un ‘blaugrana’ que no tuvo ningún tipo de respuesta frente a un equipo que lo superó en todos los terrenos con una gran dinámica de juego. El baile comenzó con Kimmich después de una gran corrida de Davies que volvió a retratar la pasividad de la defensa del Barcelona.

Con el 5-2 todos recordamos la goleada de Alemania a Brasil en el mundial y volvimos a ver lo que puede hacer un equipo cuando se dedica a jugar al futbol y no renuncia al espectáculo a pesar de tener el partido controlado. Flick comenzó a rotar el equipo, pero cada jugador que entraba lo hacia igual que el que dejaba la cancha y había uno que estaba esperando este partido con muchas ganas, Coutinho, uno de los fichajes más altos del equipo ‘culé’ (145 millones de euros) y quien se fue cedido al Bayern sin pena ni gloria después de dos temporadas en las que Valverde no pudo sacar lo mejor de un jugador que tiene una altísima calidad y que en el partido demostró, con una asistencia y dos goles, que tiene mucho para decir a sus detractores.

El resultado final 8-2, la debacle de un Barcelona que veía en la Champions la salvación en una temporada nefasta, en la que había perdido la Liga y fue eliminado de la Copa de España. Con un cambio de entrenador a mitad de temporada, el cual venía precedido de una filosofía similar a la que profesaba el Barcelona y del que se esperaba que cambiara la cara a un equipo al que Valverde nunca pudo darle una filosofía de juego.

El Bayern le dio la estocada final a un equipo que perdió su identidad hace dos temporadas y que había sido retratado por el Liverpool y el PSG, y el cual solo sobrevivía por la genialidad de Messi, genialidad que no apareció en el partido y que demostró que el fútbol es un juego de conjunto y que no solo se puede depender de un jugador, aunque sea el mejor jugador del planeta.

El Barcelona hoy perdió porque hace mucho tiempo dejó de tener un proyecto claro, porque esta en manos de un presidente que se ha dedicado a vender a los jugadores de su cantera, que invirtió muy mal los recursos de la venta del jugador más caro del mundo, trayendo jugadores que no entraban dentro del proyecto del club y con un técnico que no pudo manejar un vestuario liderado por vacas sagradas que no dejaron triunfar a nuevos jugadores porque vieron su reinado en peligro.

Los amantes de este deporte le damos gracias al Bayern por mostrarnos que se puede jugar bien al fútbol y mantener la intensidad durante 90 minutos. Este Bayern es firme candidato para ganar el triplete nuevamente.

Twitter: @maoleon_1

Instagram: mauricioleonlopez

El triunfo de la genialidad: PSG

 

Por: Mauricio León
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