El 7 de febrero de 2024 los surfistas de Cartagena, Santa Marta y Barranquilla, le madrugaron al mar y se ‘entubaron’ en sus olas.
Desapareciendo de vista por instantes entre paredes de agua, al entubarse el surfista encuentra la sombra, pero más que todo la gloria en medio del mar. Completamente cubierto por un tubo de agua, como si la ola se lo tragara y luego lo escupiera, el surfista sale invicto y triunfante de un recorrido fugaz y repleto de adrenalina. Es el éxtasis de este deporte… representa la calificación máxima en una competencia de surf. Produce una sensación inexplicable, por eso se dice que solo un surfista entiende el sentimiento (only a sufer knows the feeling).
La cita con el mar se dio en la playa de Castillogrande, detrás del Hospital de Bocagrande, en Cartagena. Después de más de 7 años de espera, el anhelado mar de leva arribó para consentir a los surfistas y maltratar a los demás. No llegó por sorpresa, los reportes meteorológicos predecían la condición. Lo que sí sorprendió a todos fue la intensidad y la fuerza con que se presentó. La perfección del oleaje fue impecable. Los factores de viento, marea, dirección y energía del oleaje se alinearon para que se formaran olas soñadas. Y se celebró en Cartagena de Indias la fiesta del surf al mejor estilo de Hawái.
Vale la pena esperar con paciencia. Y valió la pena esperar por más de 7 años. El surf es variable y la forma de la ola es sensible al depender 100 % de las condiciones del estado del tiempo. El tiempo a su vez es impredecible y cambia caprichosamente sin cesar, sorprendiendo a cualquiera. Al fin de cuentas es la madre naturaleza la que decide el panorama del escenario que le regalará al surfista. La sorpresa es la gran magia de este deporte, porque el surf ilusiona, enamora y obsesiona a quienes lo practican. Recorrer una ola produce un placer inmensurable, una sensación supremamente difícil de explicar.
¡Al que madruga Dios lo entuba! El que persevera y espera, sus mejores olas siempre alcanzará, y, la paz y la gloria en su alma prevalecerá.
* La comunidad de surfistas lamenta los daños a la infraestructura litoral, a la erosión costera producida por el fuerte oleaje, y, sobre todo, los perjuicios a las personas afectadas por este fenómeno natural.
Para todo lo relacionado con este deporte, me puedes contactar en: [email protected] o por Instagram @surfing_cartagena.
Por: Hugo González Chalela
