En Colombia la noticia olímpica del momento es que la pesista Mercedes Pérez no pudo ganar medalla. Pero desde una perspectiva más internacional, la jornada del martes ha dejado dos grandes novedades en Tokio 2020, que involucran a sendas estrellas del deporte internacional.
Por un lado, el basquetbolista esloveno Luka Doncic está en el ojo de la polémica al protagonizar una especie de fiesta que viola los exigentes protocolos de bioseguridad establecidos en la Villa Olímpica.
Luego de ser la figura del primer partido de su equipo al aportar 48 puntos en la victoria sobre Argentina, Doncic fue visto en una reunión con sus compañeros sin tapabocas ni distanciamiento social. Sobre la mesa a la que estaban sentados había una baraja de cartas y botellas de vodka.
Esto se supo porque Cristina Ouviña, basquetbolista española, reveló delicadas imágenes en sus historias de Instagram. La deportista borró las publicaciones, pero estas ya era virales. Tal vez el equipo de baloncesto esloveno sea sancionado por esta contravención.
Preocupación en Estados Unidos
La mayor estrella femenina de los Juegos de Río en 2016 fue Simone Biles, ganadora de cuatro medallas de oro en gimnasia; por este y otros antecedentes, en ella están puestas las miradas en Tokio 2020. Sin embargo, su debut no fue bueno, y tal vez todavía no ha llegado lo peor.
No tuvo un buen aterrizaje en su primer salto al caballete durante la final por equipos, y tras el ejercicio se retiró de la competencia. Esto le significó a las de Estados Unidos tener que conformarse con la medalla de plata pese a ser favoritas para ganar el oro.
La Federación de Gimnasia de los Estados Unidos salió a asegurar que su desistimiento fue por motivos médicos, pero luego ella aclaró que el problema no era físico. «Debo hacer lo que es bueno para mí y concentrarme en mi salud mental, y no comprometer mi salud y mi bienestar”, declaró Biles después de la premiación. Hace falta ver su situación psicológica de cara a las finales de las competencias individuales.
