GRACIAS CATAR

Finalizó uno de los mejores torneos de la historia

Un mundial en un país no futbolero, con muchas restricciones, en una fecha atípica para jugarlo, con estadios con aire acondicionado y con la gripa del camello, resultó ser uno de los mejores de la historia.

Sin lugar a duda nos deleitamos con la mejor final y tuvimos la oportunidad de ver a uno de los mejores jugadores de la historia consagrase como campeón mundial y la consolidación de la nueva figura del futbol.

La Selección de Argentina demostró ser un digno campeón y luego de venir de menos a más se fue consolidando como el mejor equipo del torneo.

Tuvo al mejor arquero, al mejor joven, al balón de oro y creo que si existiera un premio al mejor entrenador, también lo habría ganado.

Debo reconocer que luego del primer partido que perdieron frente a Arabia tuve la duda que se pudieran levantar de ese duro golpe y alcancé a pensar que se podían quedar por el camino, pero a punta de jerarquía y futbol me fueron callando la boca y se mostraron como un candidato firme a ganarse la copa.

Los franceses de la mano de Griezmann y de Mbappé demostraron que eran el rival a vencer.

El campeón mundial jugó al ritmo que quiso y tuvo la capacidad para ir avanzando frente a rivales muy complicados como Inglaterra y Marruecos.

Lo que hizo le permitió llegar como el gran favorito a revalidar el título. Les queda el sin sabor de que su goleador haga tres goles en la final del mundo y aún así no hayan levantado el título mundial; cosas que nos deja el fútbol y que logramos ver en ese apoteósico partido.  

Me quedé con las ganas de ver un duelo sudamericano y sigo pensando que nos merecíamos ver esa final anticipada.

Pero desafortunadamente en un partido que Brasil no tenía cómo perder, se encontró con un equipo disciplinado que le metió un gol que era de otro partido y lo obligo a ir a los penales, una instancia a la que no tenía por qué llegar y en la cual Tite no supo acertar al elegir a Rodrigo como cobrador inicial.

El mundial de Catar será recordado como el mundial de Messi, el de la consolidación del ídolo argentino, el mundial en el que pudimos ver la dimensión de ese gran jugador y el liderazgo que tuvo para llevar a su selección a conseguir el tricampeonato y su primer título mundial.

Messi logró obtener el título que había soñado, que había sido esquivo y que finalmente pudo conseguir gracias a Scaloni, el único técnico que pudo descifrar la forma en la que debía jugar su equipo para sacar el mayor potencial de ‘Lio’.

Lo rodeó de la mejor manera y logro construir un verdadero equipo, en el que Messi es el gran protagonista, pero en el que no juegan para él, porque en este equipo todos entienden que tener a un genio como este es fundamental, pero no le pueden dar toda la responsabilidad, porque saben que todos deben aportar desde su posición y de esa manera logran sacar lo mejor de Leo.

El ‘10’ ya rompió todos los récords con su selección, es el jugador con mayor número de goles (98), el mayor goleador argentino en los mundiales (13 anotaciones), es el jugador argentino activo con el mayor número de asistencias en los mundiales (8 igualando a Diego Armando Maradona) y como si fuera poco también rompió un récord, que lo convierte en el jugador con más partidos disputados en los mundiales (26).

Lo de Messi rompe la rutina de lo extraordinario y lo va a dejar como uno de las más grandes futbolistas de la historia. No quiero entrar en esa discusión de quién es el más grande, por lo que no quiero dar mis argumentos, pero para mí el orden esta con Pele, Messi y Maradona.

Argentinos y franceses nos deleitaron con una gran final, en la que durante 80 minutos la Selección de Argentina dio una cátedra de buen fútbol y todo gracias a una excelente decisión de Scaloni de incluir a Di María de extremo izquierdo atacando a un central que juega de lateral.

La amplitud que le dio la  cancha el ‘Fideo’ desequilibró el partido; no supe porque lo saco Scaloni, pero sí que con esa decisión le dio la posibilidad a Francia de venirse encima y de plantear otro partido.

De la mano de Thuram y del próximo rey del futbol mundial, Kylian Mbappe, gracias a esa decisión y a la respuesta de Deschamps tuvimos la posibilidad de ver otros 40 minutos de fútbol espectacular (10 minutos finales electrizantes y luego 30 de una prórroga espectacular).

Vendrá el reinado mundial de Mbappe, un jugador que con solo 24 años ya ganó un mundial, fue goleador del torneo y con 12 tantos en los mundiales ya está cerca de Miroslav Klose que tiene 16, por lo que seguramente va a romper ese récord en la próxima cita orbital.

Gracias al futbol por existir y por dejarnos disfrutar a estos dos genios del balón, que pase rápido el tiempo y que ya estemos viendo el próximo mundial.

Mauricio León L.

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