En octavos de final de la Champions League, el Liverpool estaba muy encaminado para pasar de ronda. Aunque jugó muy mal la semana pasada, había ganado 0-1 en su visita al Paris Saint-Germain. Por su mística copera, se esperaba que el club inglés no sufriera mucho en la vuelta ante un rival conocido por flaquear en las series de eliminación directa.
El equipo rojo salió a arrollar a su rival, pero en el minuto 8 sufrió un gol del PSG en un contraataque. Fue una jugada accidentada en la que el defensa Ibrahima Konaté intentó cortar un pase de Bradley Barcolá para Ousmane Dembélé, pero se chocó con el arquero Alisson Becker y le dejó el balón servido al ‘mosquito’, quien definió a puerta vacía.
Con la serie empatada, Liverpool siguió atacando y su rival siguió contraatacando. El resto del primer tiempo fue muy emocionante en ese sentido. Los locales dominaban el desarrollo del juego, pero los visitantes respondían con ofensivas vertiginosas.
En el segundo tiempo sí hubo un monólogo del equipo inglés, que no tuvo mucha fluidez pero sí intensidad y complicó al rival. Entonces aparecieron los palos y el arquero Gianluigi Donnarumma para salvar al PSG. El colombiano Luis Díaz tuvo algunas intervenciones peligrosas, sobre todo un cabezazo que le detuvo el guardameta italiano.
Pero no hubo goles y el partido se fue a la prórroga. Los cambios no le ayudaron al Liverpool, que perdió peligrosidad con las salidas de ‘Lucho’, Alexis Mac Allister y Dominic Szoboszlai. Los parisinos lucieron mejor y pudieron ganar, pero no tuvieron puntería.
Todo se definió en tiros desde el punto penal, donde ningún jugador del PSG falló su cobro. En cambio, en el equipo inglés erraron Darwin Núñez y Curtis Jones, a quienes Donnaruma les detuvo los disparos. La tanda quedó 4-1 y el Liverpool quedó eliminado después de haber sido el mejor club en la fase de liga.
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