Este miércoles empieza el Critérium du Dauphiné, anteriormente llamado Dauphiné Libéré, que puede considerarse la carrera de ciclismo de ruta de una semana más importante del mundo. No es que haya un escalafón determinado para pruebas semanales, pero esta es la de más tradición y competitividad por ser la antesala de la competencia más importante de todas, el Tour de France.
Este año, ante las muchas carreras canceladas por la pandemia, adquiere una relevancia especial, sobre todo porque no se corre el Tour de Suiza, la otra carrera del World Tour (la máxima categoría) previa a la gran ronda gala. Además, ante la crisis económica que ha generado el COVID-19 en el ciclismo, el Tour de France toma más relevancia de la que históricamente tiene, pues representa el gran salvavidas financiero de una temporada aciaga. En ese orden de ideas, el Dauphiné, como principal carrera preparatoria, también aumenta su valor.
Además, tras la feroz y atractiva competencia que se vio entre los equipos Ineos y Jumbo-Visma en el reciente Tour de l’Ain, el Critérium du Dauphiné es el escenario para un nuevo round entre estas escuadras. Desde el 2015 hasta el año pasado, el Team Ineos (anteriormente Sky) ha dominado el Tour de France con puño de hierro, poniendo a tres campeones diferentes en las últimas cinco ediciones. Apoyado en su obsceno poder económico, el equipo inglés ha controlado la ‘Grande Boucle’, pero desde la última temporada el Jumbo-Visma se ha reforzado hasta los dientes para dar la pelea en Francia. De hecho, en el Tour de l’Ain el equipo holandés superó al Ineos, que buscará fortalecer su imagen y confianza de cara el Tour. El Jumbo tendrá a Primoz Roglic, Tom Dumoulin y Steven Kruijswijk, mientras que el Ineos contará con Egan Bernal, Geraint Thomas y Christopher Froome.
Por otro lado, más allá del duelo Ineos vs Jumbo-Visma, entran a terciar los otros candidatos. Entre los colombianos, Nairo Quintana, es una ficha muy interesante. Tuvo un comienzo de temporada soñado, pero parecía complicado para el Tour por un accidente en Colombia que afectó su rodilla y, de paso, su ritmo de preparación. Pero lo que mostró en el Tour de l’Ain es muy esperanzador, y el Dauphiné es el escenario para ratificar su buena forma para la ronda gala. Rigoberto Urán, que no ha competido desde que el ciclismo se reanudó, es una carta tapada que espera para abrirse en el Critérium de Dauphiné, así como Sergio Higuita, que tuvo un comienzo de temporada fantástico y puede asumir un rol protagónico en el Education First si ‘Rigo’ no responde. Por otro lado, Miguel Ángel López, que no ha mostrado su mejor nivel desde que volvió el ciclismo, debe mostrar condiciones de cara a su primera participación en el Tour.
Aparte de los colombianos, y del duelo Ineos-Jumbo, el resto del cartel para el Dauphiné es supremo. Estarán los tres franceses que esperan que el Tour se quede en su país por primera vez desde 1985, Julian Alaphilippe (Deceuninck Quick-Step), Thibaut Pinot (Groupama) y Romain Bardet (AG2R). También figuran los españoles Mikel Landa (Bahrain-McLaren), Alejandro Valverde, Enric Mas y Marc Soler (Movistar). Otros ciclistas que pueden pelear por el título son el australiano Richie Porte (Trek Segafredo), el esloveno Tadej Pogacar (UAE Team Emirates), el británico Adam Yates (Mitchelton-Scott), el irlandés Daniel Martin (Israel Start-Up Nation) y el alemán Emanuel Buchmann (Bora-Hansgrohe).
Cinco etapas, todas montañosas, unas más que otras, esperan por una batalla que perfilará a los favoritos para el Tour de France. Será un Critérium du Dauphiné cargado de razones que elevan su importancia para este año.
