Los seguidores de nuestra Selección Colombia tuvimos ayer el esperado regreso de las eliminatorias sudamericanas con un partido frente a Venezuela, con dos equipos en situaciones muy diferentes y afectadas por el impacto generado por el COVID-19. Colombia con las bajas de Ospina, Mateus Uribe y Luis Díaz, y Venezuela con su goleador Salomón Rondón, quienes no pudieron venir por las restricciones generadas por la pandemia.
Con muy poco tiempo para preparar el partido, una práctica de fútbol, un repaso táctico y apelando a la memoria futbolística, se presentaron anoche estos dos equipos en la cancha del Metropolitano, sin público y que por primera vez no estaba pintada de amarillo.
Colombia salió con un cambio sorpresivo para todos, el técnico Queiroz se decidió por Arias en lugar de Medina, quien a priori es el dueño de ese carril en la Selección; seguramente con la idea de tener una mayor salida por esa banda y esperando que Venezuela no le creara muchos problemas por ahí, una buena decisión que lamentable no se pudo probar por la terrible lesión de Santiago Arias, esperamos que tenga una pronta recuperación.
El equipo se repuso a la lesión de Arias y jugó un gran primer tiempo, dirigido por James que está en un nivel altísimo, con una visión de juego increíble y manejando los tiempos del partido a su antojo. La efectividad de los delanteros confirma por qué el Atalanta es uno de los equipos más goleadores del año. La conexión con el gol que tienen Zapata y Muriel hace que sus compañeros los busquen en todo momento, como lo hicieron Cuadrado y Mojica. Incluso Camilo Vargas tuvo la oportunidad de dar una asistencia.
En el medio campo el trabajo de Barrios y Lerma fue muy bueno, pareciera que Queiroz encontró la pareja ideal para Barrios. Se le hizo mucho más fácil el recorrido con el soporte de un laborioso Lerma que apoyó en defensa y ataque. La pareja de centrales respondió cuando fue exigida por una débil Venezuela que generó muy poco peligro, pero sirvió para ir ajustando sus movimientos y para que Mina se pusiera al nivel de Davinson y siguiera recuperando la confianza que tuvo en el mundial de Rusia.
Camilo Vargas respondió a la determinación del técnico, quien a pesar de tener a un arquero de estilo europeo como Montero, se decidió por respetar la trayectoria en la Selección de Camilo y le entregó la responsabilidad de reemplazar a Ospina, labor que ejecutó de manera correcta en las tres ocasiones en las que fue exigido por los delanteros venezolanos.
Colombia tuvo un buen partido, y aunque su rival estuvo muy por debajo de las expectativas y no se pareció en nada a ese equipo que siempre ha complicado a la Selección, sí nos dejó la imagen de un equipo que ganó, gustó y goleó… y que se dosificó pensando en lo que viene el martes frente a un difícil rival como Chile.
Las eliminatorias son largas y muy complicadas y esto hasta ahora comienza, pero lo está claro es que tenemos un equipo con jerarquía, con jugadores que están jugando en las mejores ligas del mundo y están recuperando su mejor nivel de juego; muestra de eso es lo que estamos viendo los fines de semana con James, Mina, Cuadrado, Davinson, Muriel y Duvan. Veremos qué pasa en los próximos partidos y si la Selección Colombia mantiene este nivel con un equipo de mayor jerarquía.
Ilusiona ver a una Selección jugando de esta forma y encontrando el equipo en un esquema en el que, al parecer, sus grandes figuras se sienten muy cómodas.
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