El futbolista colombiano Sebastián Villa tuvo que regresar a Argentina para incorporarse al club dueño de sus derechos deportivos, Boca Juniors, donde ha jugado los últimos cinco años.
El extremo antioqueño dejó de ser tenido en cuenta por los ‘Xeneizes’ para disputar los partidos oficiales, como consecuencia de haber sido declarado culpable de lesiones personales agravadas por violencia de género tras golpear a su expareja Daniela Cortés.
Desde esa decisión de Boca, publicada a comienzos de junio, Villa regresó a Colombia. Pero lo cierto es que sigue siendo trabajador del club de Buenos Aires, así que debe cumplir con el deber laboral de presentarse a su sede de trabajo y estar a las órdenes de su empleador.
Según la prensa argentina, en un intercambio de correos electrónicos con el jugador, Boca Juniors ejerció una intimación. En este contexto, ese concepto no está relacionado con intimidad, sino que se entiende como «exigir el cumplimiento de algo, especialmente con autoridad o fuerza para obligar a hacerlo», según la RAE.
Palabras más, palabras menos, el club lo forzó a volver. Entonces Villa llegó en la madrugada de este miércoles a Buenos Aires.
El exjugador del Deportes Tolima regresa a un equipo que no piensa utilizarlo en los partidos mientras no haya sentencia sobre el recurso interpuesto por la defensa del deportista para que sea revocada la culpabilidad determinada en primera instancia.
Mientras llega ese segundo fallo, el colombiano deberá presentarse a los entrenamientos de los ‘xeneizes’, que estarían buscando un club interesado en comprar los derechos federativos de Villa para ganar dinero con su salida.