Fernando Gaviria estuvo cerca de la victoria

No pudo aprovechar el trabajo de su equipo

El ciclista colombiano Fernando Gaviria (UAE Emirates) quedó segundo en la etapa 5 del Giro de Italia, que fue ganada por el francés Arnaud Démare (Groupama-FDJ).

La fracción tuvo 174 kilómetros entre las ciudades Catania y Messina. Fue un recorrido mayormente plano en el cual se esperaba un final con embalaje masivo. La trampa del día era un puerto de montaña de segunda categoría a la mitad del recorrido.

Precisamente el equipo de Gaviria aprovechó esa subida para acelerar el paso y dejar cortados a algunos rivales de Gaviria en el esprint definitivo. Embaladores como Mark Cavendish y Caleb Ewan no aguantaron el ritmo y quedaron fuera de la pelea.

Como el UAE Emirates divide sus esfuerzos entre las victorias al embalaje y la lucha por la clasificación general, Fernando solo cuenta con un lanzador para el arreón final, el argentino Maximiliano Richeze, a quien justo se le zafó la cadena de la bicicleta en el último kilómetro. Debido a eso el antioqueño no tuvo a nadie que le preparara el esprint, así que debió seguir la estela de otros equipos, situación que lo dejó mal ubicado de cara a la definición de la etapa.

En un embalaje limpio, Démare conquistó su primera victoria de la temporada, con registro de cuatro horas, tres minutos y 56 segundos, dándole tiempo al pelotón.

Desde atrás entró el antioqueño, quien se vio muy enojado, golpeando el manubrio ni bien concluida la competencia. En tercer lugar cruzó el italiano Giacomo Nizzolo (Israel-Premier Tech).

Luego, en su primer encuentro con la prensa tras la etapa, Gaviria no ocultó su descontento. «Hemos hecho un segundo puesto. Creo que teníamos las piernas para ganar. Dimos todo, pero bueno, así es el ciclismo (…) La rabia, la frustración es porque deseo ganar, y estar tan cerca, sentir las piernas, estar luchando, y perder no es justo (…) Aún faltan muchas etapas y lo seguiremos intentando», dijo.

Incluso le preguntaron si volvió a tener problemas con la bicicleta, y por la forma en que respondió dio a entender que sí. «No pudo decir nada porque ya me regañaron; no puedo decir absolutamente nada de la bici».

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