Está listo para correr, pero no lo dejan
En una rueda de prensa, el ciclista colombiano Nairo Quintana invitó a la inauguración de su restaurante, llamado ‘El Parche de Nairo’, que será este sábado. El lugar queda saliendo de Bogotá por la Autopista Norte, antes de llegar al peaje.
En su encuentro con los periodistas, y no podía ser de otra manera, Quintana fue consultado por su eventual regreso al ciclismo competitivo. “Quiero seguir corriendo. Espero mi milagro para conseguir equipo. Estoy emocional y físicamente bien”, respondió.
Cuando el escalador boyacense habla de «conseguir equipo» se refiere a un conjunto de la categoría UCI WorldTeam, la más alta, o UCI ProTeam, la segunda división. Estas son las escuadras que compiten en las mejores carreras del mundo, que son en Europa.
Quintana había dejado claro que su intención era seguir compitiendo en la élite, así que no estaba interesado en competir para equipos colombianos o continentales, que sí le hicieron propuestas.
El ciclista de 33 años siempre se había mostrado optimista con respecto a la consecución de un equipo para continuar su carrera. El hecho que él ya reconozca públicamente que eso sería un milagro es llamativo; connota cierta desesperanza al respecto.
La realidad es que Nairo está vetado, no de manera formal sino tácita, por el Movimiento por un Ciclismo Creíble, del cual forman parte la mayoría de conjuntos importantes del mundo. Esa colectividad coacciona a sus miembros a no contratar ciclistas que hayan tenido problemas de dopaje.
Si bien es cierto que Nairo no fue formalmente sancionado por el uso de sustancias que mejoran el desempeño deportivo, fue hallado culpable de consumir tramadol, un opioide prohibido en el ciclismo.
