El Tour de France se puso de para arriba

Vuelven los míticos Alpe d-Huez y Col du Granon

El recorrido del Tour de France de este año fue criticado por tener poca montaña, así que la edición del 2022 se recargó de ascensos que harán, en teoría, que la carrera más importante del ciclismo de ruta mundial sea más emocionante. Sin cinco jornadas con final en alto.

Las primeras tres etapas serán en Dinamarca, pequeño país al noreste de Francia. La jornada inicial será una contrarreloj individual llana de 13 kilómetros, seguida por dos fracciones planas antes del primer día de descanso, en el cual la caravana se traslada al norte del territorio francés.

Luego de una etapa de media montaña, típica «rompepiernas», en Calais, será la jornada de pavé entre Lille y Arenberg. Habrá doce tramos de adoquín que suman veinte kilómetros de exigencia rocosa. Posteriormente llega la etapa más larga del Tour: 220 kilómetros de recorrido quebradizo con final en Longwy. Todo esto antes de llegar al primer final en alto, Le Planche de les Belles Filles, una meta recurrente en los últimos años.

El pelotón vuelve a salir de Francia, ahora rumbo a Lausana, Suiza, con un final en muro, ideal para ciclistas explosivos. Luego de una etapa de media montaña con otro final de rampa, esta vez en Chatel, será el segundo día de descanso.

Pero ese receso es una trampa considerando que la novena etapa es la aproximación a los Alpes, con final en Megéve tras un ascenso muy largo, 19,2 kilómetros al 4,1 por ciento de pendiente. Llegamos al mítico Col de Granon, primera jornada de altísima montaña que también pasa por la Col du Galibier, que también hace presencia al día siguiente, seguida por la Col de la Croix de Fer para terminar en el majestuoso Alpe d-Huez.

Posteriormente se vuelve al llano para terminar en Saint-Etienne rumbo al macizo central. A continuación, la media montaña nos lleva a Mendé, y la segunda semana terminará con fracción plana en Carcasona.

Tras el último día de descanso se regresa a la montaña con los pasos por el Port de Lers y el Mur de Péguére antes de un prolongado descenso a la meta en Foix. Ya de lleno en los Pirineos, hay tres puertos antes del temible Peyragudes. La etapa 18 será la última oportunidad para los escaladores, con tres puertos de montaña, la Col d’Aubisque, la Col de Spandelles y el final en Hautacan, con 13,6 kilómetros al 7,8 por ciento.

Una fracción llana para los embaladores antecede la etapa decisiva, una contrarreloj de cuarenta kilómetros entre Lacapelle Marival y Rocamadour. La tradicional llegada a París será el paseo de la victoria.

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