Con brasileños se cerró un fichaje y se está cayendo otro

Con Coritiba, todo bien; pero con Santos...

Los clubes brasileños de fútbol han forjado una fama de ser malos pagadores en lo que se refiere a fichajes internacionales. Pues los protagonistas de la más reciente final de la Liga Betplay Dimayor están teniendo experiencias dispares con equipos del país de la samba.

Por un lado, Atlético Nacional no tuvo dificultades para transferir a Sebastián Gómez al Coritiba. El equipo de Paraná ahora es dirigido por Paulo Autuori, quien justamente acaba de salir de los ‘verdolagas’. Justamente el volante de marca llegó allá por pedido del entrenador.

Nacional vendió el 50 por ciento de los derechos económicos del volante de marca por 800 mil dólares. El excapitán del equipo antioqueño, que tiene 27 años, firmó contrato hasta diciembre de 2026 y usará él número 19. El Coritiba ya lo presentó oficialmente.

 

La otra cara de la moneda la está experimentando Millonarios Fútbol Club con el Santos. Esa operación es un poco más complicada, ya que no implica la transferencia de uno sino de dos jugadores en una especie de enroque.

Por un lado, el defensa Juan Pablo Vargas se iría del equipo bogotano al conjunto paulista. El costarricense rescindiría su contrato con el club bogotano, que recibiría una compensación económica por parte de los paulistas y conservaría el 20 por ciento de sus derechos económicos. Por otra parte, el volante Daniel Ruiz, que estaba a préstamo en Santos, regresaría a Millonarios un semestre antes de lo pactado pero con el ‘Peixe’ pagando la totalidad de la cesión.

El negocio se está enredando porque los brasileños aún están en mora por la mitad del valor del préstamo de Ruiz, 450 mil dólares, y los ‘embajadores’ no permitirían la salida de Vargas a menos que Santos termine de pagar.

Según el periodista César Augusto Londoño, quien había dado la primicia de este negocio, en el equipo de São Paulo «cambian permanentemente las condiciones, por eso Millonarios le ha puesto plazo hasta mañana para pagar todo el dinero acordado. Si Santos no acepta, se daña la operación».

 

 

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