No es solo cuestión de trampa, también de salud
Hay un tremendo escándalo en el fútbol de Italia porque dos jugadores fueron apartados de la Selección de ese país, en plena concentración, por su presunta participación en apuestas deportivas, lo cual es ilegal para los futbolistas afiliados a la FIGC. Esto podría acarrear una sanción de hasta cuatro años sin jugar profesionalmente.
Uno de ellos es el volante Sandro Tonalli. A falta de confirmación oficial por parte de la Fiscalía, la prensa deportiva italiana asegura que el jugador del Newcastle admitió su culpabilidad en este caso con la intención de negociar una suspensión corta.
En un partido en el cual iba a ser sustituido en los minutos de reposición, el italiano perdió tiempo deliberadamente antes de salir de la cancha, por lo cual fue amonestado.
Eso hubiera sido normal si su equipo fuera ganando por un gol de ventaja porque él estaría tratando de conservar la diferencia. Pero es que Newcastle iba ganando 5-1, entonces no estaba protegiendo la victoria de su club porque el triunfo ya estaba asegurado. Se cree que Tonalli o un cómplice habían apostado que él recibiría una tarjeta amarilla en ese partido.
👀 Este es el presunto video de uno de los partidos en los que Sandro Tonalli apostó a que le sacaban tarjeta amarilla.
— El Crack Deportivo (@CrackDeportivo_) October 17, 2023
😬 El encuentro iba 5-1 y corría el minuto 91. No había necesidad de hacer tiempo.pic.twitter.com/hZQqYmdm3w
Un nuevo enfoque
Hay mucho rechazo público a la participación de los deportistas en apuestas; se ve como un acto de trampa o corrupción, especialmente cuando el atleta se involucra a sí mismo o a su equipo en la apuesta. Justamente esto es lo que habría sucedido con Tonalli.
Pero en las últimas horas habló Giuseppe Riso, el representante del jugador, quien expuso este tema desde otra perspectiva, la de la salud.
“Sandro está jugando un partido importante en contra de la ludopatía; lo va a ganar. Está en shock y muy triste. La esperanza es que esta experiencia pueda salvar su vida y muchas más, que pueda ayudar al que tiene el mismo vicio”, aseguró.
La ludopatía no es una adicción, como al alcohol o las drogas, y una parte de su abordaje debe ser clínico. «Él entendió que debe enfrentar este problema de manera determinada, y el equipo está absolutamente con él”, aseguró Riso.
