Polémica por el arbitraje contra el Barcelona

No le dieron un penalti clarísimo a los culés

En un juego lleno de polémica, el Barcelona perdió 1-0 en su visita al Inter de Milán por la tercera fecha del grupo C de la Champions League de la Uefa.

El único gol del partido fue anotado por Hakan Calhanoglu en el tiempo de descuento de la primera mitad. Tras un pase de Federico Dimarco, el volante ruco se perfiló de derecha e impactó un disparo potente y rasante de media distancia que salió muy bien ajustado contra el palo.

En el segundo tiempo, con mucha posesión del balón, el club catalán buscó el empate, pero no tuvo mucha claridad para generar oportunidades de marcar.

En el minuto 67, Pedri pareció lograr la igualdad para el Barcelona. Sin embargo, la jugada de gol fue anulada por una mano previa, casi imperceptible, de Ansu Fati. Lo polémico no fue esta anulación sino lo que pasaría después.

Cuando se acercaba el final del partido, el neerlandés Denzel Dumfries, defensa del Inter, metió la mano de forma voluntaria en el área de su equipo para cortar un centro enviado por Sergi Roberto que estaba a punto de ser cabeceado hacia la portería por parte de Ansu Fati.

Los futbolistas del Barcelona reclamaron airadamente la sanción de un penalti para su equipo. El VAR sí revisó la jugada, pero inexplicablemente le indicó al árbitro Slavko Vincic que reanudara el partido porque no hubo infracción.

El partido terminó 1-0 y la celebración del Inter contrasto con la queja del club ‘culé’. «Estoy indignado; es una injusticia grande. Creo que el árbitro debería dar explicaciones», dijo Xavi Hernández, director técnico del Barcelona.

Esta ha sido una derrota muy dura para el conjunto español, pues queda rezagado en la lucha con su rival de turno por el segundo puesto del grupo, entendiendo que el primer puesto seguramente será para el Bayern München, que lleva puntaje perfecto.

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