El Tour pudo moverse, pero estuvo tranquilo

El ciclista alemán Nils Politt (Bora-Hansgrohe) ganó la duodécima etapa del Tour de France, que tuvo un recorrido mayormente plano entre Saint-Paul-Trois-Châteaux  y Nimes, sobre 159,4 kilómetros.

La jornada pudo ser bastante agitada porque hubo mucho viento, lo cual se presta para que, aun siendo una fracción plana, haya ataques entre los corredores de la clasificación general. Alcanzaron a formarse abanicos empezando el día, pero no duraron. El pelotón, que incluía a los mejores ubicados del Tour, se tranquilizó y le dio rienda suelta a una numerosa fuga para que buscara la etapa.

Politt fue el más activo entre los escapados. Realizó un primer ataque, junto al británico Connor Swift (Arkéa-Samsic), que no prosperó. Después se fue con otros tres hombres, el español Imanol Erviti (Movistar), el suizo Stefan Kung (Groupama-FDJ) y el australiano Harrison Sweeny (Lotto Soudal)

Kung se terminó descolgando y, cuando el trío de punta estaba consolidado, Politt atacó de forma contundente a falta de once kilómetros para llegar a la meta. Cruzó la línea de sentencia luego de 3 horas, 22 minutos y 12 segundos.

El pelotón llegó a 16 minutos del ganador del día, en una jornada que le sirvió a los capos de la clasificación general para tomar aire luego de la exigente jornada montañosa del miércoles. El viernes también habrá etapa llana.

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